Este proyecto de ampliación de la Biblioteca Pública de Edimburgo trata de crear un mundo interior de espacios abiertos y cerrados, recuerdo de una trama urbana inexistente, capaz de crear una gran variedad de entornos y una multiplicidad de niveles de uso que integren el viejo edificio como una pieza más del conjunto dentro del cual conserva todo su carácter representativo pero cede su protagonismo funcional a un concepto renovado de dotación pública:

La propuesta recrea la trama medieval del viejo Edimburgo a través de volúmenes desarrollados a diferentes alturas que crean vacíos y pasajes entre ellos.

Una imagen de biblioteca como suma de bibliotecas especializadas soportadas por una estructura resistente y colectiva que enlaza las viejas y nuevas dependencias. La voluntad de liberación de la planta de acceso convierte la nueva dotación en un condensador social, que se completa con la incorporación de cierres transparentes en las fachadas norte y sur que permiten la apertura de amplias vistas transversales desde los espacios interiores de lectura hacia el paisaje urbano. Cada departamento se organiza sobre el diálogo entre la caja que confiere los depósitos y las plataformas de consulta. Una relación que se hace específica para cada biblioteca de tal manera que el conjunto semeja una estructura condensada de funciones diversas que, finalmente, rompen la caja de vidrio del espacio de lectura para crear un perfil quebrado de volúmenes que se integra en la colina de la ciudad gótica. Una estrategia que intenta superar un doble complejo de rechazo y sumisión a la arquitectura histórica, a través de un diálogo fuerte y sereno de volúmenes opacos y pieles de vidrio en el cual los valores internos de la arquitectura sean capaces de abrazar actitudes externas.