Esta intervención en el reducido espacio del vestíbulo crea un mueble que sirve para las funciones de puesto de control, exposición y tienda de objetos para el Museo Gustavo de Maeztu. Un mueble que se plantea como un volumen que se pliega despliega para crear un espacio de acogida y acompañar al visitante.

El mostrador-expositor, realizado en chapa de acero, madera y vidrio, se desarrolla sobre la escalera de acceso y acompaña al visitante desde su ingreso hasta la sala temporal y el vestíbulo de la exposición permanente del Museo. El mueble incorpora diversos ámbitos para vitrinas, armarios, zona de caja, mesa-expositor, etc. dotados de luz propia y en dimensiones variables con el fin de que éstos puedan adaptarse a la gran variedad de objetos expuestos. La implantación de este mostrador-expositor exige el traslado al porche del capitel, así como la integración de la vitrina que cubre los cuadros eléctricos.