Autores del proyecto: Miguel A. Alonso de Val, Rufino J. Hernández Minguillón. Colaboradores: José Antonio Sacristán, Luis Fernandez del Arco, Pablo Frontini. Aparejador: Jordi Jaume Armadá. Ingeniería: Barny Ingenieria (Victor Barnés i Sabate). Promotor: Laboratorios de Analisis Sabater-Tobella. Contratista: Musa. Fecha de proyecto: Noviembre de 2000. Fecha de finalización: Febrero de 2001. Superficie construida: 1.311 m2. Fotografía: archivo ah y Jorge Gambini Ons.

Un conjunto de ambientes limpios y luminosos conforman el laboratorio de análisis clínico SABATER TOBELLA. Un espacio adaptable a las tecnologías más innovadoras ubicado en una antigua fábrica de electrodomésticos recuperada.

Pocos pacientes llegan a conocer a las personas o ver los equipos a los que confían el estudio de su salud. La asepsia y la confidencialidad exigen aislamiento y limitan los espacios accesibles a las salas de extracción de muestras y la recepción que, envueltos en luz y vidrio, terminan por convertirse en la expresión visible de la metodología de trabajo del laboratorio.

Al usuario lo acoge el mismo vestíbulo blanco y vítreo que lo traslada al área de recepción. Sendas puertas, habitualmente cerradas, dan acceso a las áreas de dirección y de control y, a través de ellas, al laboratorio. Un espacio continuo que, por motivos de seguridad, se ha segregado de las áreas funcionales mediante el uso de paneles vítreos.

La construcción es seca, completamente industrializada, flexible y modificable y con las redes de servicios siempre accesibles, como exige la permanente evolución innovadora de la tecnología de diagnóstico médico. Sólo el vestíbulo y los núcleos de comunicación adquieren el protagonismo propi